martes, 24 de julio de 2012

Fobia Social


La Fobia Social es uno de los cuadros más frecuentes dentro de los Trastornos de Ansiedad, así como de los más peligroso, por estar casi siempre acompañado de otro cuadro, como: alcoholismo, drogadicción,  depresión, agorafobias, y otros.
En la “Fobia Social” la persona siente un miedo intenso a someterse a situaciones públicas, donde reciba algún tipo de evaluación, o él sienta que la recibe,  se siente juzgado. Esto ocurre porque también piensa que esa situación lo llevaría indudablemente a sentirse humillado y desvalorizado por los otros.
Debido a estos pensamientos, su ansiedad aumenta de forma tan significativa, por lo que llega a desarrollar ataques de pánico.
Las personas con fobia social, proyectan en los demás una supuesta crítica negativa o rechazo, que en realidad tienen con ellos mismos. Son ellos lo que no se aceptan en primera instancia. Luego habrá que evaluar en cada historia particular de vida cuáles han sido los acontecimientos o factores que lo llevaron a esa falta de confianza consigo mismo.
Es importante considerar que si bien es una patología altamente inhabilitante por el deterioro que provoca en las relaciones personales, familiares, laborales y sociales, por el grado de aislamiento que llegan a sufrir; también tenemos que decir que es posible que la persona afectada logre una buena recuperación mediando un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Las situaciones más temidas suelen ser: hablar en público, acudir a fiestas o actos sociales, hablar con personas de autoridad, Ir a orinar a un baño público, comer o beber en lugares públicos o acudir a exámenes entre otros.
Suelen tener pensamientos del tipo: “voy a parecer un tonto”, “soy muy aburrido”, “lo que tengo que decir no le va a interesar a nadie”, “soy poco interesante o atractivo”, “se van a burlar de mi”.
Los síntomas más frecuentes suelen ser: palpitaciones, temblores, sudoración, molestias gastrointestinales, tensión muscular y rubor facial.
La lista de distorsiones cognitivas es amplia: tienen pensamientos extremistas de todo o nada, minimizan lo positivo, tienden a adivinar lo que el otro piensa o lo que sucederá…
En cualquier caso, el consejo de oro es el siguiente: “Si tiene miedo, actúe... el único modo de a luchar contra el miedo es la acción”.

Paula Cañeque

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